El Madrid mal. El Atleti peor. (Segunda Parte)

Después de una semana ofensiva en la Champions, el Madrid y el Atleti confirmaron su estado depresivo y el de sus aficiones. Estos son cuatro de sus síntomas.

1-      Sentimiento de tristeza que trasladan a su juego, convirtiéndole en previsible y cansino. Sin intensidad, el Madrid subsistía por su pegada. El sábado la perdió. El Atleti, sin ideas,  ni siquiera sabe a lo que juega. Una instantánea les delata: después de un gol lo primero que se ve son jugadores con la cabeza gacha y los brazos en jarra.

2-      Falta de interés y confianza. Más evidente en el Atleti, ambos equipos parecen saltar al campo como si de un suplicio se tratara. No disfrutan. No presionan. Pierden el equilibrio con facilidad y  el conformismo de unos, contagia al resto. ¿Consecuencia? Desorden.  Ejemplos: Primera parte del Madrid ante el Sporting o el Mallorca con nueve y dueño del balón en el Calderón.

3-      Falta de concentración. Jugadores que se desentienden de los lances del juego  y defensas de pena. Tiemblan ante cualquier balón que busca sus espaldas.  A las estadísticas nos remitimos. El Madrid 6 goles en contra en la Liga, el doble que el Barcelona; el Atleti ya suma 18.

4-      El bar de Nelson vacio. Comienza la deserción. Solamente cinco aficionados atléticos siguieron el partido. Todos ellos indignados, cabreados y humillados. El del Madrid congregó a una docena de ellos, de los cuales, unos cuantos, hartos, abandonaron tras el descanso. El año pasado no ocurrió nada de ello. Resultado: menos consumo cervecero y, ver por vez primera consolarse mutuamente a enemigos acérrimos, como el  Panadero y a Don Mariano, uno merengue y el otro colchonero.

Estos son cuatro de los síntomas que evidencian una depresión. Enfermedad mental que debe ser tratada por un especialista. Esperemos que Pelegrini y Quique Sánchez Flores se hayan dado cuenta y comiencen con la terapia. Nelson se lo agradecerá.

Lo del Atleti, no obstante, es más grave y puede necesitar de atención farmacológica.  La depresión del Madrid evolucionará en función de lo que ocurra con el Barcelona. Vamos. Como siempre