El Atlético se juega mañana el estado anímico de mi amigo Pedro
El Atlético de Madrid inicia mañana el curso 2009-2010. Lo hace en Atenas, en la ronda previa de la Champions contra el Panathinaikos. Hasta allí han llegado los chicos de Abel, que parecen de entrada muy enchufados. Su objetivo: sacar lustre y brillo al prestigio colchonero.
Un prestigio que tiene su precio. Para comenzar, unos 13 millones de euros garantizados. Cifra sale de sumar el fijo (7,1 millones de euros) y los variables (unos 6 millones) que obtendrán los equipos clasificados para disputar la fase de liguilla. Un total que se incrementaría hasta alcanzar, dicen, los 20 millones euros en el año, con otros conceptos. Por supuesto, sino se embarran las cosas en el terreno de juego.
Mi amigo Pedro, consciente de ello, anda muy ilusionado. Él, fanático colchonero, confía que, con ese dinero, “por fin se fiche a dos laterales de garantías”. “Uno derecho y otro izquierdo”, dice. Unos diez por cabeza, vamos. O, también, destinar el dinero a un mediocentro, “para mover el equipo con criterio”. La misma cantinela de todos los años.
Pedro, evidentemente, sueña. Xabi Alonso, al que lleva años reclamando, jugará de blanco. Y el otro Xabi, el de España, juega en el Barsa. Iluso él me hablaba también de Cesc Fábregas, “si el Arsenal cae eliminado”, aclara. El chico se olvida de que, ésos, los buenos, cuestan bastante más de los 20 millones estimados que se ingresarían este año jugando la Champions. Por supuesto, con el permiso griego.
Lo que está claro, es que el equipo colchonero, además de poner en juego su prestigio en Europa, mañana se juega el estado anímico de mi amigo Pedro.
Si el Atlético no pasa la ronda, no habrá dinero, ni fichajes, claro. Si pasa, esto último no está garantizado. Pero lo que es seguro, es que, si cae su Atleti; Pedro, abonado sufridor colchonero, revivirá ofensivas tardes de domingo y muchos lunes de cabreo.
