Raúl sí, Raúl no

No queda mucho. Ya verán. Ya está aquí. La cantinela de siempre. La amenaza apareció en Dormund. Raúl no apareció en la lista de los once elegidos para saltar al campo, y este hecho, de entrada anecdótico, se convertirá en breve en uno de los próximos culebrones blancos.

Ayer, algún adelantado ya lo apuntó en el bar de Néstor. Y ya falta poco para que se convierta en el guión relamido para los discursos de tertulianos en prensa y radio.

 Del ¿debe jugar Raúl?, se pasará a ¿hasta cuando más jugadores damnificados ? Se iniciarán encuestas; se recordará la fecha de su nacimiento y se hablará de la ristra de jugadores desaprovechados en los últimos años por culpa del siete blanco. Algún atrevido, incluso, le acusará incluso hasta de la muerte de Manolete.

 Habrá muchos más argumentos, excusas vagas la mayoría de ellos. Y, probablemente, como siempre ha sido, Raúl mandará callar al personal, guardando silencio. Lo hará con goles, esos que dan puntos muchos puntos, casi siempre, como Etto, el primero. El gol que abre la lata y pone al rival en el suelo.

Así que, de momento, mientras no se demuestre lo contrario, ni lo de antes ( Batista, Owen, Soldado o Morientes) ni los de ahora (Higuain, Benzema, Sneider, Robben o Van de Vaart) lo han demostrado. Me refiero a, tener lo que hay que tener para sentar definitivamente en el banquillo al siete blanco.

 Y como le suele decir Rafa, el Enciclopedia, en sus lecciones futboleras a Néstor, “Chico el fútbol es más sencillo de los que parece, siempre deben jugar los mejores y los pillos…, pero en sus puestos.”. Y Raúl, en el Madrid, de sobra da la talla para ello.

Que no se nos olvide, porque lo único que tiene sentido en esto del fútbol son los goles y tratar al balón, eso sí, con mucho mimo y el máximo respecto. El que se merece el Siete blanco.